Esta foto la tomé ayer, el cielo estaba hermoso, me encantó... sentí de pronto como si se fuera a caer en pequeños trozos sobre mi, sentí que se fundía sobre mí en inmensas llamaradas... A veces desconectarse de lo que somos y decidir abordar otros ámbitos nos sienta bien, claro, siempre cuando esto sea con un fin concreto y consiente de lo que hacemos. Al menos en mi caso, personal. Sí, ayer fue un día abrumador y luego de estar horas y horas tratando de recordar algunas cosas, creo que fue bueno dejar que el aire helara mi cuerpo un momento.
...Se podría decir... tal vez se puede decir qué... Me ha costado bastante ser condescendiente con lo que me propongo, a su vez y supongo entre mi propio caos, que es entendible. No siempre lo que decidimos es lo que mejor nos deja. Por el contrario, a veces no basta con sufrir una y otra vez las mismas estupideces, los mismos errores, tropezar en la misma piedra. Pero creo que soy fuerte. Más de alguna vez he decidido quedarme postrada en cama mirando como todos se encuentran exquicitamente sumados en sus asuntos, sus vidas, con un pequeño titubeo confieso que he querido, más de alguna vez, dejar que la vida pase frente a mis ojos y que el sol luego me haga cenizas y que el viento de la noche me lleve a recorrer el mundo y el cielo, infinito... grisáceo azulino... Sí. A veces es forzoso estar o querer estar bien. Y juro que yo trato, pero siempre hay algo, siempre hay alguien que hace lo imposible por verme quebrada. Ligada a mis temores aún, trato de perder el poco que me queda en un rincón, sin que nadie lo note y dejarlo ahí... No se puede vivir sin miedo, pero... ¿Será justo que viva atrapada en ellos?
Más de alguna vez he querido acabar conmigo y me siento incapaz, debe ser que uno siempre desea morir porque ama demasiado la vida, porque a veces queremos disfrutar a concho cada palabra, aprovechar cada instante con alguien especial y debe ser que también lo deseamos porque nos sentimos presionados. El mundo dicta la sentencia y somos nosotros los condenados a vivir todo en una escala de tiempo ilógica. A vivir apresurados, a vivir sin tener noción de lo que pasa verdaderamente allá afuera, a vivir sin un pequeño tiempo de silencio. Nos inundamos de a poco y la gente no se da cuenta. Nos invadimos por gusto y... ¿Cuántos realmente lo entienden?,
nos ahogamos solos porque no queremos tener la real consciencia de lo que ocurre, incluso, dentro de nuestras propias vidas. Pero siempre hay una vía de escape. Siempre hay algo que te puede arrebatar de todo esta mierda y que a su vez promete y te garantiza que serás feliz. Y ¿Qué sucede si falla? ¿Si no logro ser feliz aún? ¿Se extenderá el proceso hasta lograrlo? pero no porque ellos así lo quieran, no es porque ellos quieran que nos encontremos felices, ellos lo desean tanto o más que nosotros para que su mundillo infame no se venga abajo. Por que las personas "baratas" brotan de la tierra como maleza.
A pesar de esto y de todo aquello y de lo demás y de lo que no conozco. Sé que puedo lograrlo, sé que pronto estaré traquila... y eso me da esperanzas para seguir por los que de verdad amo, por los que de verdad me necesitan. Eso, ya es una forma de vida, eso es un indicio positivo de que no todo siempre va mal como pensamos.
(Luego de la tormenta, siempre llega la calma)
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