Leyendo por ahí y por acá, encontré cosas interesantes. Es mi segunda Entrada en éste día y por lo demás distantes por unos cuántos minutos, que en escala de "tiempo real" no son más que ínfimas pestañeadas, me dí cuenta de algo, de algo importante y latente. Latente desde el punto en que parece que es poca la gente que se da la cabida para comprender las cosas, latentes porque todos pasan por encima, como si abajo de sus pies no hubiese nada. Me sorprende.
En casos puntuales, decirte que no, que nunca te tuve mala y que tampoco nunca llegué a odiarte, sólo que tu ego me dejó durmiendo un buen tiempo. Reconozco abiertamente que el mío está acá, intacto frente a la visión de los que tienen real peso para criticarlo. Pero eso fue lo que me fastidió. Nunca te nege nada de mí, siempre te dí todo lo que pude... (inconcientemente este texto tiene relación con el anterior) pero nunca supiste apreciarlo, tampoco esperaba algo a cambio, no, porque lo que hacía lo hacía para tí, no para yo luego cuando ya atolondrada de tantas cosas sintiera la emocion de tu gratitud. Fuimos las amigas inseparables mientras fuimos pequeñas, mientras logramos relacionarnos en los mismos ámbitos, tambíen hago referente a que cambié, y que mis motivos fueron factores externos que no transgredieron bajo ningún punto tus ideales para conmigo. Sabes lo que me marcó y lo que por un tiempo fue mi acceso a escapar de mi mente y de mi cuerpo. Yo esperaba que al menos aprendieras algo de ello. Que mi dolor te haya servido un poco para entender que "cambiamos" lenta y inevitablemente, sin quererlo, si proponernos, sin avisos ni nada. Así de pronto y de súbito se dejan caer encima nuestro. Continuando... nos relacionamos bien, creo que eres la segunda parte más importante de mi pasado y digo segundo y sabes a quien pertenece la primera, mi totín amado. Luego nos distanciamos, para ser honesta nunca entendí bien porqué, luego comprendí que me desagradaba tu presencia porque no me dejaba nada bueno, cuando te ibas todo quedaba con un leve tinte negro, como todo salpicado, todo sumido... y no sé, yo igual, absorta en mi mundo de pensamientos idílicos (en ese tiempo recuerdas que era El quijote, versión femenina) Pero te juro que más de alguna vez desee que todo o al menos uno se transformara en realidad. De verdad quería tenerte al lado mío y más que tenerte quería que sientieras que era "toda yo" para tí y tu regalada gana de acompañarte en las cosas más estúpidas que pudieran asomarse a tus días. A veces cuando te veo, me pregunto qué sería de nosotras si hubiesemos seguido igual que cuando eramos pequeñas, cuando corriamos por doquier y ninguna se quejaba de nada, de aquellos secretos tan infantiles que guardo con tanto esmero, perdieron la importancia? Yo aún los guardo en mi pecho, en mi corazón, porque a pesar de ser cosas minúsculas, para mi tienen un sentido tremendo... ¡Mujer, entiende que por años le diste vida a este cuerpo! (Lesbico no?) No hacía nada si no estabas, cuando te cambiaste de casa qué hice? lloré, preguntaba y nadie pudo nunca decirme nada, me atormenté, me sentía perdida... las preguntas ardían como el fuego arde en la cara... Un día seguí a tu padre, me fuí a las 5 de la mañana esperando a que llegara a la imprenta, esperé hasta las 8 de la tarde a que saliera y lo seguí otra vez, cada paso, y en cada paso más me latía el corazón, te necesitaba urgente, había pasado lo peor que había pasado en mi vida, recuerdas? Que amargo! y cuando por fín llegué y sabia al fin donde estavbas, aun preguntandome si te habían arrebatado acaso de mi lado... tus gestos fueron como si un perro se hubiese asomado a la ventana... tenía fe, al menos en ese tiempo contigo tenía fe en que te alegrarías y que me dirías que me extrañaste, te esperé y nada, volví... ahi fue el quiebre, pero fuiste mi amiga, y más que eso, mucho más que eso. Y mira, mira lo que son las cosas, mira a lo que llegaste tu y tu ego, yo y mi indivualismo, mi plan se destruyó... Entonces ahora cuando buscando algo, encuentro algo tuyo y lo leo, me dan ganas de ir y patearte el cráneo, porque te arrascaste casi, de mi y mis problemas, en cambio yo y tu sin saberlo sigo ahí solucionando los tuyos. Hoy día cuando llegaste no me dio ni pena ni alegría mi expresión no cambió en un ápice.
Pero tenía fe en que serías por siempre mi amiga... aquella que me prometió irse a la mierda si asi lo quería... ¿Que pasó? ¿Dónde quedó lo que conocía?... Si es que te conocía. Te tengo un aprencio incalculabre, pero no pronunciaría otra vez, amiga.
En casos puntuales, decirte que no, que nunca te tuve mala y que tampoco nunca llegué a odiarte, sólo que tu ego me dejó durmiendo un buen tiempo. Reconozco abiertamente que el mío está acá, intacto frente a la visión de los que tienen real peso para criticarlo. Pero eso fue lo que me fastidió. Nunca te nege nada de mí, siempre te dí todo lo que pude... (inconcientemente este texto tiene relación con el anterior) pero nunca supiste apreciarlo, tampoco esperaba algo a cambio, no, porque lo que hacía lo hacía para tí, no para yo luego cuando ya atolondrada de tantas cosas sintiera la emocion de tu gratitud. Fuimos las amigas inseparables mientras fuimos pequeñas, mientras logramos relacionarnos en los mismos ámbitos, tambíen hago referente a que cambié, y que mis motivos fueron factores externos que no transgredieron bajo ningún punto tus ideales para conmigo. Sabes lo que me marcó y lo que por un tiempo fue mi acceso a escapar de mi mente y de mi cuerpo. Yo esperaba que al menos aprendieras algo de ello. Que mi dolor te haya servido un poco para entender que "cambiamos" lenta y inevitablemente, sin quererlo, si proponernos, sin avisos ni nada. Así de pronto y de súbito se dejan caer encima nuestro. Continuando... nos relacionamos bien, creo que eres la segunda parte más importante de mi pasado y digo segundo y sabes a quien pertenece la primera, mi totín amado. Luego nos distanciamos, para ser honesta nunca entendí bien porqué, luego comprendí que me desagradaba tu presencia porque no me dejaba nada bueno, cuando te ibas todo quedaba con un leve tinte negro, como todo salpicado, todo sumido... y no sé, yo igual, absorta en mi mundo de pensamientos idílicos (en ese tiempo recuerdas que era El quijote, versión femenina) Pero te juro que más de alguna vez desee que todo o al menos uno se transformara en realidad. De verdad quería tenerte al lado mío y más que tenerte quería que sientieras que era "toda yo" para tí y tu regalada gana de acompañarte en las cosas más estúpidas que pudieran asomarse a tus días. A veces cuando te veo, me pregunto qué sería de nosotras si hubiesemos seguido igual que cuando eramos pequeñas, cuando corriamos por doquier y ninguna se quejaba de nada, de aquellos secretos tan infantiles que guardo con tanto esmero, perdieron la importancia? Yo aún los guardo en mi pecho, en mi corazón, porque a pesar de ser cosas minúsculas, para mi tienen un sentido tremendo... ¡Mujer, entiende que por años le diste vida a este cuerpo! (Lesbico no?) No hacía nada si no estabas, cuando te cambiaste de casa qué hice? lloré, preguntaba y nadie pudo nunca decirme nada, me atormenté, me sentía perdida... las preguntas ardían como el fuego arde en la cara... Un día seguí a tu padre, me fuí a las 5 de la mañana esperando a que llegara a la imprenta, esperé hasta las 8 de la tarde a que saliera y lo seguí otra vez, cada paso, y en cada paso más me latía el corazón, te necesitaba urgente, había pasado lo peor que había pasado en mi vida, recuerdas? Que amargo! y cuando por fín llegué y sabia al fin donde estavbas, aun preguntandome si te habían arrebatado acaso de mi lado... tus gestos fueron como si un perro se hubiese asomado a la ventana... tenía fe, al menos en ese tiempo contigo tenía fe en que te alegrarías y que me dirías que me extrañaste, te esperé y nada, volví... ahi fue el quiebre, pero fuiste mi amiga, y más que eso, mucho más que eso. Y mira, mira lo que son las cosas, mira a lo que llegaste tu y tu ego, yo y mi indivualismo, mi plan se destruyó... Entonces ahora cuando buscando algo, encuentro algo tuyo y lo leo, me dan ganas de ir y patearte el cráneo, porque te arrascaste casi, de mi y mis problemas, en cambio yo y tu sin saberlo sigo ahí solucionando los tuyos. Hoy día cuando llegaste no me dio ni pena ni alegría mi expresión no cambió en un ápice.
Pero tenía fe en que serías por siempre mi amiga... aquella que me prometió irse a la mierda si asi lo quería... ¿Que pasó? ¿Dónde quedó lo que conocía?... Si es que te conocía. Te tengo un aprencio incalculabre, pero no pronunciaría otra vez, amiga.
0 comentarios:
Publicar un comentario