...Sumidos incluso, donde el aire no penetra, incluso ahí, tenemos fuerza.
Fuerza que se gana, con la inmundicia con la que juega el mundo.
El mundo que no va ni viene, sino que vamos, que voy
El mundo que no va ni viene, sino que vamos, que voy
Que voy... ¿Dónde? Si para colmo no sé siquiera donde estoy.
Estar es innegable... ¿Por qué? Sólo porque somos... y ¿De qué?
De una clase barata y putrefacta, nos bendamos los ojos para no ver,
para no entender. Nos vendimos por unas cuantas palabras, nos mentimos
por saber algún secreto. Nos engañamos porque tenemos miedo, miedo
porque sabemos que somos de mala calaña, de mala muerte, porque
llevamos una mala vida. Y lo peor que puede pasar:
-Te destrozas y te apresuras a tu inferno florido, pronto suicidio.
-Te marginas solo y podrido, torturandote con un escrito.
-Te marginas solo y podrido, torturandote con un escrito.
0 comentarios:
Publicar un comentario